Jonathan E. Endara Gutierrez

sábado, 17 de julio de 2010

Los simpsons


Esta dividida por numeros romanos para no confundirse de tema.



Son algunas historias, poesias y frases que a lo largo de los capitulos aparece.
Que son quizá; escritos sobresalientes de la animación, y quiero compartirlos con ustedes, a mi apreciación personal, me encanto
Añadir imagen
I
Al filo de una lúgubre media noche, mientras débil y cansado, en triste reflexiones he bebido inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia, cabeceando casi dormido, oyó su desubico leve golpe, como si suavemente tocaran, tocaron a la puerta de mi cuarto, es un musítate, tocando a la puerta de mi cuarto, eso es todo y nada más, ¡ah! Que lucido recuerdo de un gélido diciembre, excreto de brazos moribundos reflejados en el suelo, angustia del deseo del nuevo día, van en creciendo mis libros y dan tregua a mi dolor, dolor por la pérdida de Leonora, la única virgen radiante, Leonora por los ángeles, llamada aquella sin nombre para siempre, que crujir triste, vago, escalofriante, de las cedras a las cortinas rojas, llenaba me dé fantásticos terrores jamás antes sentidos y ahora aquí en pie, callando el latido de mi corazón, repito: es un visitante a la puerta de mi cuarto eso es todo y nada más, y ahora mi ánimo cobrada fríos y ya sin titubeos, señor, dije, o señora, en verdad nuestro perdón imploro, mas el caso es que ha adormilado, cuando viniste a tocar, tan quedo vinisteis a llamar a la puerta de mi cuarto, que apenas pude creer que os oía, entonces abrí, en par en par la puerta, oscuridad y nada más.
Vuelto a mí cuarto mi alma toda abrazándose dentro de mí, no tarde en oír el nuevo tocar con mayor fuerza, dije, ciertamente algo sucede en mi ventana, veré pues, lo que sucede, penetrando así en el misterio, de un golpe abrí el portillo, y con solo batir de alas, entro un majestuoso cuervo de los santos días idos, sin asomos de reverencia, ni un instante quedo, y con aires de gran señor o de gran dama fue a posarse en el busto de palas sobre el dintel de mi puerta, posado inmóvil y nada más, aun con tu crespa cercenada y mocha, le dije, tu serás un cobarde orbito cuervo apatusco y amenazador, evadido de la rivera nocturna, dime cuál es tu nombre en la rivera de la noche plutónica, dijo, nunca más y eso es todo lo que decía. Entonces el aire me pareció más denso, perfumado por invisible incendiario, mecido por serafines que revoloteaban sobre mi cabeza, miserable, dije, tu Dios te ha conseguido por estos ángeles una tregua, tregua de repente por tus recuerdos de Leonora, apura, apura este dulce nepente, y olvida a tu ausente Leonora, el cuervo dijo, nunca, ¡Oh! Se esa palabra no está en señal de partida, bájalo maligno, le grite presuntuoso, vuelve a la tempestad a la rivera de la noche plutónica, no dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira, que profirió tu espíritu, deja mi soledad intacta, abandona el busto del dintel de mi puerta, aparta tu pico de mi corazón y tu figura del dintel de mi puerta y el cuervo dijo, nunca más, aparta tu pico de mi corazón y tu figura del dintel de mi puerta y el cuervo dijo, jamás. Y el cuervo nunca se fue, aun sigue posado en el pálido busto de palas, en el dintel de la puerta de mi cuarto y sus ojos parecen los de un demonio soñando y la luz de la lámpara se derrama sobre él y tiende en el suelo su sombra y mi alma del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo no podrá librarse nunca más.

II
Si alguna vez me marcho,
Nunca será en verano;
Verte en verano,
Si fue lo mejor.

Tu pelo brillaba,
Tus labios también,
Tu tez sonrosaba, no podía creer.

Pero; si un día me marcho,
Nunca será en otoño,
Si fuera en otoño, nunca lo sabré.

Tienes un destello,
Que en el aire se ve,
Te conocí en otoño
Y yo ahí estaré.
Como dejarte,
Si feliz por la nieve vas,

Porque en primavera,
No podría dejarte
Yo no, en primavera ni en otra estación,
Yo no podría dejarte,
Mi amor.

III
Sabes:
Tú me recuerdas un poema,
Del que ya no me acuerdo,
De una canción que nunca existió,
Y un lugar al que no creo que haya ido nunca.

IV
Soy Nelson, esta es mi casa, este es el terreno al que mi casa, es remolcada todas las noches.
A veces, tomo el camino más largo, para pasar por las casas de la gente feliz, me gusta mirar hacia adentro y fingir que tengo una familia como la de ellos, me gusta llorar en el océano, porque solo hay mis lágrimas parecen pequeño

V
Mi nombre es Barni Gómez, tengo cuarenta, soy soltero y soy ebrio, una línea de Otelo sobre un bebedor, ahora un hombre sensible, por el alcohol se convierte en bestia, eso lo explica todo, no lloren por mí, ya estoy muerto.

VI
Crosti, has aprendido que la fama, esa caprichosa belleza, puede dejarte cuando más la necesitas y Lisa, también tenía una lección que aprender, una lección sobre la fama. Los aplausos son una adicción, como la heroína o navegar en internet, cuando la pruebas harás por tener más.
Al desprenderse de todo, ella pudo conservar lo único que importaba…su dignidad.

VII
Hay filósofos que creen que no se nace con un alma, que hay que ganarla con sufrimiento, meditación y oración.

VIII
Un noble espíritu, agrándese al hombre más pequeño.

IV
La risa es el lenguaje del alma

X
El alma es la parte más valiosa de uno, aunque; el alma no sea real físicamente, es el símbolo de lo bueno que hay en nosotros.